El director Oliver Stone desveló detalles inesperados sobre la filmación de su película «Natural Born Killers», que celebró 30 años de su estreno este año. En una entrevista publicada en Esquire, el director recordó su experiencia difícil de trabajar con el actor Robert Downey Jr. en el film.
Stone explicó que en ocasiones Downey Jr. improvisaba sus diálogos y acciones, lo que creaba tensiones en el plató. Un ejemplo notorious fue cuando el actor «mojó los faldones blancos de su camisa en sangre de teatro para luego pasarla por la cremallera de sus pantalones» y fingir tener genitales ensangrentados.
«Era demasiado», exigió Stone a Downey Jr. en aquel momento. «¡Estás arruinando mi película!». El director advirtió que el actor no debía comprometer la historia y el tono de la película con sus actuaciones espontáneas.
Aunque la idea de Downey Jr. inicialmente enfureció a Stone, el director decidido convencerlo a seguir adelante con el plan. Después de una larga pausa, finalmente dio permiso al actor para incluirla en la escena.
Se dice que Downey Jr. se rió y respondió, «¡Vamos, espera! ¡Déjame hacerlo de nuevo! ¡Arroja tu pene media pulgada detrás!» Al final, la escena se rodó tal y como lo había diseñado Downey Jr.
La controversia es una característica inherentemente espinosa de «Natural Born Killers». La película, que ya ha cumplido 30 años, sigue siendo polémica debido a su contenido gráfico y su supuesta influencia en comportamientos violentos entre los espectadores. Sin embargo, su legado como obra de arte y como un ejemplo notable de la creatividad y libertad de los actores y dirección de cine sigue siendo imborrable.
La película se transmitirá en Netflix durante un cierto período de tiempo, para que los espectadores puedan verse por sí mismos este clásico de la nouvelle vague y decidir quién tiene la razón: Robert Downey Jr. o Oliver Stone.