Al que madruga, Dios le ayuda. Todos hemos escuchado ese dicho en algún momento. Sin embargo, la mayoría de las veces no te sientes bendecido cuando suena el despertador y tienes que levantarte de la cama para ponerte en marcha. ¿Existen trucos para que la experiencia diaria sea menos traumática?
A juzgar por lo mucho que se ha escrito y se escribe al respecto, sí. No hace falta investigar mucho para encontrar consejos (a veces contradictorios entre sí) sobre cómo madrugar, explicaciones e incluso los llamados cronotipos de cada persona. Pero Últimamente un tema en particular nos ha dado mucho de qué hablar: el despertador del móvil.
Según algunos expertos, despertarse con el móvil no es recomendable (aunque darle varias veces al botón de repetición de alarma parece que sí), y señalan que tampoco es beneficioso utilizarlo antes de ir a dormir. Para muchos sería mejor volver al tradicional despertador o, si fuera necesario, intentar hacerlo uno mismo, con naturalidad, por muchos riesgos que eso suponga para el común de los mortales.
Como cada persona es diferente, hay ocasiones en las que es mejor probarlo uno mismo. Y eso es precisamente lo que hemos hecho en esta ocasión: No he usado el despertador de mi teléfono durante una semana y mi calidad de sueño ha mejorado.
¿Qué dicen los especialistas sobre el despertador móvil?
Existe un interés real en saber cómo el teléfono móvil puede alterar el sueño. Muchos estudios indican que estos dispositivos Emiten campos electromagnéticos (CEM) que, aunque no parecen ser lo suficientemente fuertes como para ser perjudiciales para el organismo, podrían perjudicar el descanso nocturno.
Por otro lado, seguramente has experimentado la molestia de despertarte en mitad de la noche pensando que no escuchaste la alarma. O no oírlo cuando realmente suena, si…