Lo siguiente contiene spoilers de Obi-Wan Kenobi Partes I y II, que se estrenó el 27 de mayo en Disney+.
Ambientada entre Revenge of the Sith y A New Hope, la nueva serie de Obi-Wan Kenobi es la plataforma perfecta para varios huevos de Pascua de Star Wars. En los primeros dos episodios, está claro que los escritores habían aprovechado con entusiasmo la oportunidad de cerrar la brecha entre las trilogías. Temuera Morrison aparece como un Clone Trooper, 4-LOM aparece en Daiyu, y hay innumerables flashbacks de la trilogía de la precuela, incluida otra vista de la Orden 66.
Sin embargo, uno de los huevos de Pascua más geniales no es algo físico: es la caracterización del Lado Oscuro en sí. Mientras los diversos Inquisidores luchan por encontrar un propósito unificado, sus disputas reflejan perfectamente la época de los Antiguos Sith de Darth Bane y muestran a los fans por qué la Regla de Dos fue un desarrollo necesario en la historia de la Orden Sith.
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El Gran Inquisidor apareció por primera vez en la serie animada Star Wars Rebels. Su rostro era aterrador y su dominio de la Fuerza no se parecía a nada que Kanan Jarrus y Ezra Bridger hubieran visto antes. Al final de la temporada 1, Kanan pudo terminar con el reinado de terror del Gran Inquisidor, pero no pasó mucho tiempo antes de que llegaran nuevas amenazas. En la temporada 2, los dos se enteraron de que había muchos otros inquisidores, ya que el Quinto Hermano y la Séptima Hermana comenzaron a cazarlos.
Mientras que el Quinto Hermano y la Séptima Hermana tenían el objetivo común de cazar Jedi,…
