En El Señor de los Anillos, la Tierra Media no es ajena a las enormes criaturas. Desde el Balrog de Moria hasta Shelob en Mordor, el mundo de Tokien está lleno de monstruosidades de gran tamaño que aterrorizan a los desafortunados que se cruzan en su camino. Una de esas criaturas fue el dragón Smaug, que reclamó Erebor y todo su oro de los Enanos con relativa facilidad. A pesar de la enormidad de Smaug, el dragón no estaba ni cerca de ser la criatura más grande que jamás haya vagado por la Tierra Media, ya que otro miembro de su especie se lleva ese trofeo por goleada.
El Hobbit nunca proporciona un tamaño específico para Smaug. Sin embargo, a partir de los dibujos y notas de JRR Tolkien, se supone que la representación del dragón en la trilogía de Peter Jackson es bastante precisa. Smaug pudo caber en la puerta de Erebor, pero también fue lo suficientemente grande como para destruir la mayor parte de Lake-town cuando cayó por un disparo. Siendo uno de los pocos dragones que quedan en la Tierra Media, es justo asumir que Smaug fue la criatura más grande que deambuló por el mundo durante la vida de Bilbo. Sin embargo, a través de la historia de la Tierra Media compilada en El Silmarillion, está claro que Smaug parecería poco más que un roedor en comparación con Ancalagon el Negro.
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Ancalagon se habría elevado sobre Smaug
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